Calatayud es posiblemente uno de los pueblos de Aragón que más cosas tiene por descubrir. Y es que esta pequeña ciudad de poco más de veinte mil habitantes siempre ha quedado eclipsada ante la llamada del imponente Monasterio de Piedra , que posiblemente acapare todo el interés turístico.
Pero Calatayud esconde un montón de tesoros entre sus calles, una inmensa retahíla de huellas del pasado que han convertido en este icono del turismo rural en el lugar perfecto para una escapada.
Monasterio de Piedra
El recorrido del Parque del Monasterio de Piedra está cuajado de sorpresas y bellísimos rincones de cualidades estéticas y paisajistas sorprendentes. A la belleza propia del río hay que añadir el bullicio y frescor de sus cascadas, la apacible quietud de sus lagos, y el cantar de diferentes especies de aves, de las que se han identificado más de 20 especies distintas.
Catalogado como Paraje Pintoresco Nacional el 28 de diciembre de 1945, esta catalogación que fue modificada en 2010 por el Gobierno de Aragón para convertirnse en Conjunto de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico. Catalogado asimismo como Monumento Nacional el 16 de febrero de 1983 (hoy en día, Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento), el Monasterio de Piedra es en la actualidad uno de los parajes más espectaculares de Europa, siendo además galardonado con la Medalla al Mérito Turístico por el Gobierno de Aragón en 2011.
Augusta Golf Calatayud
Campo con 18 hoyos, par 72 y 6.183 m. de longitud, que se caracteriza por ser un recorrido muy exigente, con varios hoyos cercanos a los 500 metros, con greens pequeños, calles estrechas y golpes que requieren gran precisión.
Cuenta con campo de prácticas con 30 puestos en dos alturas, amplias zonas de aprendizaje de diferentes golpes de ensayo y aula de enseñanza, que permiten al alumno aprender las diferentes técnicas del golf.
El campo está homologado por la Real Federación Española de Golf.
Turismo Enológico
El vino forma parte de la historia de la comarca de Calatayud desde el siglo II A.C. Los romanos desarrollaron la vid, los musulmanes la abandonaron y los cristianos volvieron a destacar su importancia durante la Reconquista como cultivo colonizador.
A finales del siglo XIII, los monjes del Monasterio de Piedra promovieron la plantación de la vid en esta zona, y sus bodegas dan fe de la importancia de la vid en las tierras de su entorno.
Arte mudéjar
La Comarca de Calatayud cuenta con innumerables muestras del Arte Mudéjar
Algunas de las iglesias de la zona son verdaderas joyas de los siglos XIV, XV y XVI. Entre las muchas existentes, cabe destacar las iglesias de Calatayud, Ateca, Terrer, Tobed y Torralba de Ribota.
Varias destacan por sus portentosas torres campanario, tan características del mudéjar de Zaragoza y Teruel.
Pero no debemos pasar por alto, por su originalidad, inteligente construcción y valor histórico las llamadas iglesias – fortaleza (Tobed y Torralba de Ribota son excelentes ejemplos).